A diferencia de lo que ocurrió en el ámbito residencial, en el mercado corporativo no bajaron los precios y se continúan cerrando operaciones, observa el CEO de Cushman & Wakefield.
El real estate también tuvo un lugar en la agenda del evento CEO Profile, que organizaron El Cronista y la revista Apertura. José Ignacio Viñas, managing director de Cushman & Wakefield, se refirió al contexto de las oficinas y la logística. “Muchas empresas tienen pesos atrapados se volcaron a la compra de propiedades que antes alquilaban y otras siguen rentando los inmuebles que usan, pero adquieren otros como forma de inversión”, destacó.
Y añadió que, a diferencia de lo que ocurrió en el ámbito residencial, en el corporativo no bajaron los precios. “La demanda de oficinas e inmuebles logísticos está en alza. Lo que ocurre es que en los alquileres la rentabilidad bajó, ya que se toma el tipo de cambio oficial. La compraventa se realiza con MEP”, detalló.
Así, Viñas argumentó que se desenvuelve en un rol que “todas las empresas requieren por la mera necesidad de tener un espacio físico donde establecerse, lo que hace que el real estate sea fundamental. Algunas compañías, como bancos y cadenas de comida rápida, tienen departamentos internos dedicados exclusivamente a la gestión de bienes raíces debido a su gran cantidad de sucursales”.
Y agregó: “En el sector logístico, la situación es completamente diferente. La ocupación aumentó, especialmente en rubros como autopartes, consumo masivo y comercio electrónico. La vacancia de depósitos logísticos disminuyó drásticamente y se acerca al nivel cero”.
Con respecto a la construcción de depósitos, el ejecutivo aclaró que se están reactivando los proyectos, aunque no al nivel que se demanda el mercado. “La zona más demandada es Zona Norte, específicamente el triángulo San Eduardo y, el segundo lugar, Zona Sur. En tercer lugar, se ubica Zona Oeste, algo que tiene como ventaja la cercanía el Camino del Buen Aire”.
No obstante, Viñas aclaró que la diferencia de este rubro con el de las oficinas es el precio: “Hoy en día no hay margen de negociación. El precio que se pide es el precio que se debe pagar porque abundan los interesados”.
Además, aseguró que la famosa frase de ‘comprar ladrillo como resguardo de valor’ sigue existiendo, pero ahora en forma corporativa. “El gran desafío es encontrar propietarios que reciban pesos. Sin embargo, el sector de compraventa estuvo muy bien este período, cuando parecía que las operaciones bajarían por ser un año electoral”.
Explicó que este fenómeno se dio porque “muchas empresas visualizan que salir de las restricciones, en un potencial cambio de gobierno, va a ser mucho más complejo que en el cepo anterior. Mientras siga habiendo déficit fiscal, la salida del cepo con un potencial cambio de gobierno va a ser muy gradual”.
Fuente: El Cronista