Junto a Reporte Inmobiliario elaboramos un nuevo informe para analizar el comportamiento y rendimiento de las inversiones inmobiliarias en el mercado de oficinas y el residencial de los últimos años.  Uno de los datos más sobresalientes es que las oficinas tienen una tasa de retorno de 6% mientras que los departamentos rinden un 1,6% anual.

Entre las diferentes alternativas de inversión que ofrece el rubro inmobiliario, la locación de oficinas y el alquiler residencial son las dos opciones más habituales. Junto a Reporte Inmobiliario, medio especializado del sector, elaboramos un informe para comparar cómo fue el comportamiento de ambos segmentos durante los últimos años en Buenos Aires, a partir de los datos recabados por cada empresa.

Uno de los datos analizados fue el valor de los alquileres:  en el caso de las oficinas clase A, donde se tomó como referencia la zona céntrica (9 de julio, Catalinas-Plaza Roma, Centro Sur, Microcentro, Puerto Madero y Retiro-Plaza San Martin) el valor de los alquileres ajustado por inflación experimentó desde 2014 hasta la actualidad una apreciación del 70%. En cuanto a los departamentos, tomando el valor del metro cuadrado en el Corredor Norte de la ciudad (Barrio Norte, Palermo y Belgrano), el resultado ajustado por inflación en el mismo período fue una depreciación del 3%.

Por otro lado, también analizamos la rentabilidad que dan las oficinas en comparación con los departamentos y el resultado fue que hoy el retorno es de un 6% en oficinas, mientras para los departamentos se encuentra en 1,6%.

La evolución más favorable de las oficinas responde a diversas razones: “En oficinas, hay una clara relación entre el ingreso que generan a lo largo del tiempo y la evolución del tipo de cambio oficial. Esto brinda un atractivo a largo plazo, ya que el alquiler se aprecia en el tiempo. Por su parte, el tipo de ocupante tradicional son las empresas, que convalidan estos valores en un mercado claramente subofertado”, explicó Lucas Desalvo, nuestro Gerente de Investigación de mercado.

En tanto, José Rozados, Presidente de Reporte Inmobiliario, agregó: “El valor del alquiler de departamentos para locación tradicional responde a la capacidad de pago de la demanda. Sufre la pérdida de rentabilidad por desacoples de tipo de cambio propios del mercado vernáculo. Pero, aún a costa de esa magra rentabilidad, el diferencial de tasa también señala la percepción del riesgo asumido de un inversor convencional”.

En conclusión, la gran diferencia en la evolución de los precios del alquiler en estos seis años se debió a que las oficinas siguen como referencia el tipo de cambio, mientras que en el caso de los departamentos esa evolución está más vinculada al índice salarial, cuyo crecimiento fue mucho menor durante el período analizado.

Fuente: Cushman & Wakefield