Escritorios con distanciamiento, limpieza y señalética son parte de los preparativos, junto al refuerzo de la contención de los empleados.

En la nueva normalidad, el lugar de trabajo ya no será lo que lo fue. A medida que se empiezan a levantar las restricciones de circulación en aquellos lugares del mundo donde ya pasó el pico de contagios, las empresas rediseñan sus espacios con la higiene y la prevención como norte. Con protocolos sin precedente, nacen las oficinas de la era DC, post covid.

Cushman & Wakefield, firma global de servicios inmobiliarios corporativos, preparó una guía para reabrir las oficinas y lugares de trabajo teniendo en cuenta las experiencias de distintos países donde ya se han implementado estas prácticas con mucho éxito. Destacan puntos como el distanciamiento social, los controles de los ingresos, la preparación del edificio y también la contención de los empleados.

La empresa lo llaman el “Proyecto 2 metros”. La idea es que los trabajadores se sientan bienvenidos en un entorno saludable, esos dos pilares son destacados por los ejecutivos de Cushman & Wakefield.

Uno de los aspectos es preparar el edificio, con planes de limpieza, inspecciones y controles de sistemas. El ingreso, con los infaltables dispensers de alcohol en gel en la entrada, se realiza siguiendo la señalética de flechas en el piso, que incluye también círculos que marcan zonas seguras, por ejemplo en los ascensores. Según cuál sea la disposición oficial en cada país o compañía, puede haber controles de salud como scanner térmico.

La indicación en la oficina es caminar en el sentido de las agujas del reloj. Cada empleado toma al entrar un mantel individual descartable de papel que coloca sobre su escritorio para trabajar y se desecha al final del día. Cada uno de estos espacios está rodeado del dibujo de un círculo en la alfombra para marcar el área personal libre y alentar el distanciamiento. Se dan instrucciones para la entrada y salida de las reuniones laborales. Y se busca reducir los puntos de contacto y se proponen escritorios limpios, libres de alimentos y objetos no esenciales.

“La vuelta a las oficinas y espacios laborales se realizará acompañada de ciertas modificaciones respecto del mobiliario corporativo. Sin dudas habrá un incremento en medidas que contribuyan a ampliar el distanciamiento físico entre colaboradores, como podría ser la incorporación de muebles divisores cuya materia prima sean materiales de fácil limpieza, con superficies duras y no porosas, antibacterianas y antimicrobianas.”, prevé también Ana Gonzalez Ferrero, directora de Project Management Argentina de CBRE, principal empresa de servicios inmobiliarios del mundo.

La guía de Cushman & Wakefield destaca también como un paso fundamental preparar a la fuerza de trabajo, con acciones de las áreas de RRHH para mitigar la ansiedad, políticas para decidir quién regresa, comunicados a los empleados. Según destacan, se debe generar también un entorno laboral que permita comunicarse con confianza para aprender a manejar las emociones del equipo, reconocer el temor, escuchar y comunicarse de manera transparente.

Un mundo nuevo nos espera al volver al trabajo presencial. Los espacios, los ritos diarios y los vínculos serán diferentes y nosotros también habremos cambiado.

Fuente: BAE Negocios