La cantidad de oficinas premium vacías en la ciudad de Buenos Aires y la zona norte de la Provincia aumentó en el segundo trimestre del año, en el marco de las restricciones a la circulación por el coronavirus y el cierre temporal de la mayoría de los establecimientos, según dos informes privados.
“La vacancia del mercado de oficinas clase A de Buenos Aires cerró el segundo trimestre en un 9%, experimentando un incremento del 15,3% respecto del período anterior”, de acuerdo con un informe de la empresa de servicios inmobiliarios corporativos Cushman & Wakefield.
Según la consultora, la demanda se mantuvo en pausa y a la espera de las futuras medidas políticas y económicas. “Actualmente, las renovaciones y renegociaciones son lo que prima. Si existe una dificultad financiera en los inquilinos, los propietarios suelen ser empáticos y buscan fomentar relaciones que se extiendan más allá del plazo de alquiler actual”, agregaron.
Consultado por LA NACION, José Viñas, director de Brokerage de Cushman & Wakefield, dijo que hay dos tipos de renegociaciones: las que son independientes del contexto y tienen que ver con alquileres que quedaron desfasados respecto de los valores de mercado -y son de largo plazo-; y las que se relacionan con la pandemia y son de corto plazo, de uno a tres meses.
“En estas últimas hay distintas modalidades y se pueden producir distintas combinaciones entre lo que es quita (condonar directamente el alquiler) y lo que es alivio, que implica una devolución del dinero más adelante. Es muy raro, salvo en empresas que estén sufriendo mucho, que se pague menos del 50% y el 50% restante por ahí tiene una quita del 20% y el 30% se paga más adelante. O quizás se paga 50% ahora y el resto luego. Depende de la empresa y la negociación con el propietario”, describió y dijo que el común denominador entre las distintas alternativas es el pago en el momento de cierto porcentaje que puede ser el 70%, 60% o el 50%, mientras que el resto se difiere y puede haber un porcentaje de quita.
“Estas son negociaciones directas entre las compañías y los propietarios, si bien nosotros a veces las asesoramos. Nuestra recomendación es que las encaren si se vieron realmente impactadas por la pandemia y la facturación les ha caído mucho y siguen teniendo costos altos que hacen que les cueste hacer frente a la situación económica. Porque si alguna se quiere aprovechar del contexto, por ahí luego el propietario se puede buscar aprovechar después y eso no es sano ni recomendable”, agregó.
Los submercados con mayor vacancia fueron Libertador CABA (27,6%), Puerto Madero (13,1%) y Nodo Panamericana-General Paz (11,3%), mientras que la zona céntrica concentra el 55,6% del total de superficie vacante.
En cuanto a los cambios que se podrían dar más adelante en términos de requerimientos inmobiliarios, Viñas dijo que muchas empresas se dieron cuenta de que pueden trabajar bien con una cantidad de empleados desde sus casas y podrían reducir la cantidad de gente que va a la oficina, lo que podría traducirse en menos metros cuadrados.
Sin embargo, eso sería en el mediano y largo plazo y no sucedería en el corto porque cuando los trabajadores regresen a las oficinas estas se van a tener que adecuar al distanciamiento social con lo cual va a haber menos gente, pero se va a necesitar más espacio lo que hará que las situaciones se compensen y seguramente se siga necesitando el mismo espacio.
“En el largo plazo, si aparece una vacuna y podemos estar nuevamente más cerca unos de otros, se pude dar la situación de que empiecen a analizar una reducción de la superficie por tener cierto porcentaje de empleados trabajando desde la casa”, añadió.
Otro informe, en este caso elaborado por la firma Newmark Knight Frank, señaló que el segundo trimestre del año registró un aumento en la vacancia del 9,18% en el número de oficinas, frente al 7,90% en el trimestre anterior.
En la ciudad de Buenos Aires, la zona Catalinas-Retiro sigue siendo la elegida por la mayoría de las empresas para instalarse, seguida por el nodo General Paz y Panamericana y los distintos distritos económicos específicos para ciertas áreas.
Por la pandemia, la consultora inmobiliaria también realizó una encuesta entre las 185 empresas más importantes de Argentina que arrojó que la gran mayoría de las personas (63%) considera que su organización está preparada para el home office, el 30% dijo que se encuentra totalmente preparada y el 7% que no está preparada en absoluto.
Por otro lado, el 48% de las empresas planifica optimizar sus espacios en el mediano plazo y los aspectos más relevantes a la hora de potenciar los espacios serán los costos, seguidos por la cantidad de espacios ocupados y, en menor medida, la superficie que ocupan. Las transformaciones se implementarán mayormente mediante cambios de layout y consolidación de activos inmobiliarios e incorporación de espacios de coworking, entre otras posibilidades.
Fuente: La Nación