La experiencia internacional para hacer más segura la vuelta al trabajo en oficinas ya se aplica en la Argentina. Detalles de la estategia de las empresas de trabajo colaborativo.
Hace tres meses, en el mundo comenzó un experimento masivo sobre cómo será la vuelta al trabajo en el contexto de la nueva normalidad. La apuesta es rescatar el sistema de oficinas centrales que podría poner en peligro el distanciamiento social necesarios hoy en día.
Como las curvas de contagio deCOVID-19 empezaron a aplanarse en muchos países, ya se han reabierto espacios de oficinas con distintos métodos de prevención. Desde mayo pasado, la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield asegura que ayudó a casi mil organizaciones con más de un millón de empleados a volver al trabajo en China.
En la consultora aseguran que, si bien el trabajo remoto “ha demostrado ser sorprendentemente efectivo para muchos”, las encuestas muestran que los empleados extrañan la interacción cara a cara.
Entre las principales medidas que se tomaron figuran el distanciamiento profesional, la limpieza e higiene y lo que se ha dado en llamar: la señalización conductual. Justamente, los expertos internacionales coinciden en que la clave está en poner más énfasis en el movimiento de los oficinistas en el lugar de trabajo.
La firma de alquiler de espacios compartidos, analizó la experiencia recabada en China, donde cuenta con más de 100 edificios, y la usó de referencia para aplicar lo aprendido en los otros 38 países en los que tiene presencia.
En Asia, las oficinas fueron equipadas con sistemas de HVAC (Heating, Ventilation and Air Conditioning), un método de climatización que garantiza temperatura, humedad y aire puro. “El objetivo es que el aire fluya constantemente e incluso ayude a eliminar las impurezas, permitiendo brindar un entorno de seguridad”, explican.
WeWork, la firma que ofrece espacios de trabajo colaborativo para empresas emergentes y de servicios en todo el mundo, está generando una transformación de los espacios de trabajo para un regreso seguro a la “nueva normalidad”. La empresa internacional implementó un conjunto de medidas y acciones para crear ambientes seguros y limpios en todas sus sedes, inclusive en la Argentina.
En el caso de las oficinas de Argentina, La firma reforzó la sanitización con rutinas de limpieza en áreas de alto tránsito y utilizando los sistemas de climatización en horarios extendidos para proveer aire más fresco y limpio.
Por otro lado, se rediseñó la distribución de salas de reuniones y áreas comunes para mantener una distancia sana, además de proveer de gel antibacterial. Pero la clave es la señalización pensada estratégicamente para mantener la higiene personal y de los espacios.
Sandeep Mathrani, CEO de WeWork, comentó que la firma está ocupada en aggiornar su modelo de ofertas flexibles para atraer a grandes clientes con visión a largo plazo. Su nuevo objetivo es ofrecer contratos por el que las empresas no tengan que sufrir las desventajas de un modelo de arrendamiento fijo durante décadas.
“En lugar de la clásica sede a la que todo el mundo tiene que ir, cada trabajador podrá ir a la oficina que tenga más cerca de su casa. Esto posibilitará que las compañías con muchos empleados puedan derivarlos a diversas oficinas en función, incluso, del barrio en el que vivan”, explicó el directivo.
Para el directivo, este sistema permitirá que se mantenga el teletrabajo desde casa y posibilitará que los empleados asistan a algunas dependencias cercanas cuando lo necesiten. Modelos como el de WeWork reducirían tiempos en transporte y riesgos de contagio.
Los expertos ven un futuro en el que el personal todavía vaya a las oficinas centrales para fines específicos o en días seleccionados, pero en el que se combinen esas visitas con el trabajo en otros lugares.
La investigadora Global Workplace Analytics asegura que hasta el 30 por ciento de las personas continuarán trabajando desde casa varios días a la semana después de la pandemia. En el mundo, muchas estrategias de vuelta al trabajo han incluido disposiciones para que las empresas dividan a su personal en dos equipos que asistan a las oficinas alternadamente. Este comportamiento podría mantenerse en el futuro.
A su vez, las empresas posiblemente tengan que desarrollar sistemas para administrar el lugar que ocupan las personas, dónde están, a qué hora, cuándo deben estar juntas y cuándo deben estar separadas. Esta idea de administración del movimiento se reflejará en todos los aspectos de las futuras oficina.
El concepto Six Feet Office, por caso, implementado en la sede de Cushman & Wakefield en Amsterdam muestra que, además de la creación de más espacio, resultó fundamental el uso de nuevos lenguajes gráficos que sirvan para orientar y distanciar a las personas se mueven a través de ese espacio adicional.
WeWork también se ha propuesto crear nuevas señales de comportamiento y orientación como parte de su estrategia de reocupación. Creen que darle a las personas señales simples sobre dónde deben caminar, pararse y sentarse ayudará a que los usuarios se sientan seguros y reducirá la ansiedad de poner en peligro a los demás..
Al mismo tiempo, Cushman & Wakefield incluyó un uso mayor de la tecnología de sensores que rastrean dónde se congrega el personal. Esto podría usarse para alertar a las personas cuando los niveles de proximidad sean demasiado altos. Hasta ahora, estos dispositivos se usaron para compensar la subutilización del espacio pero se cree que podrían ser de mucha utilidad en la nueva normalidad.
Fuente: Clarín