La compañía comandada por Eduardo Elsztain se desprendió de 1063 metros y cinco cocheras en la torre Boston. Hace un mes, el BIND había adquirido dos pisos en 200 Della Paolera. Las restricciones cambiarias podrían reactivar el mercado.
RSA Propiedades Comerciales (IRSA PC) vendió un piso y cinco cocheras en la torre Boston, situada en el distrito Catalinas Norte. Por transacción recibió u$s 6,7 millones, que ya fueron abonados en su totalidad, según comunicó la compañía a la Comisión Nacional de Valores. Esta es la segunda transacción de este tipo que protagonizó la empresa liderada por Eduardo Elsztain durante la cuarentena. A mediados de junio el Banco Industrial (BIND) le había comprado por u$s 16,9 millones dos pisos en el edificio 200 Della Paolera, que aún se encuentra en construcción.
Así, hay quienes ven en esta operación un anticipo de lo que podría pasar más adelante. Es que a raíz del cepo ya se avizora una reedición de la ola de compras de inmuebles corporativos que se vivió entre 2011 y 2015.
Fuentes del mercado indicaron que el comprador es un particular con varias operaciones inmobiliarias a cuesta y, en ese sentido, descartan que estos metros cuadrados se haya comprado para uso propio.
“Se trata de una inversión para renta”, indicaron y destacaron lo inusual de este tipo de transacciones en un mercado con pocos jugadores y en el que el alquiler es la modalidad más habitual.
Sin embargo, para saber si los vaticinios de un nuevo boom de compraventa de metros corporativos se cumplen, habrá que esperar a que termine la cuarentena. Hoy con compañías que tuvieron caída de ingresos y que, en consecuencia, deben cuidar su liquidez, es poco probable que se vuelquen al mercado de real estate.
Cuando los dólares abundan, pero la confianza inversora está ausente, la innovación es una buena herramienta para saltear las dificultades. En esa línea, Compañía de Mercado y el organizador de eventos de real estate Grupo SyG lanzaron un outlet inmobiliario con descuentos sobre propiedades de hasta el 40% desde el 20 hasta el 30 de julio, con la mira puesta en atraer inversores cautivos que desenfunden la billetera.
De todos modos, entre los brokers corporativos creen que las compañías que pese al aislamiento preventivo tuvieron un buen desempeño deberán tomar una decisión sobre qué hacer con el exceso de pesos. Las candidatas son empresas de sectores como e-commerce, consumo masivo, logística o laboratorios, y especialmente las multinacionales que ya no pueden girar divisas a través del contado con liquidación.
De hecho, ya hay firmas que están evaluando la opción invertir en real estate cuando terminen las restricciones. “Que se concrete o no dependerá de en qué situación económica se encuentren entonces“, explica Juan Manuel Farola, gerente de la división oficinas de Colliers International.
Entre 2011 y 2015, agrega, fueron no más de 10 las empresas que se volcaron a la compra de oficinas. En la magnitud del mercado porteño, que está esencialmente orientado al alquiler, el número se hizo sentir.
Aunque se esperaba que el cepo activara el mercado de compraventa, sorprendieron las dos operaciones cerradas en plena pandemia
Las dos transacciones cerradas por IRSA llamaron la atención entre los brokers corporativos, que veían poco probable que el mercado se activara en plena pandemia. Sin embargo, señalaron que las perspectivas económicas pueden haber influido en acelerar la toma de decisiones.
“En el último mes empezaron a crecer las consultas porque las compañías ya descuentan una devaluación y un rebrote inflacionario. Pero por ahora no pasa de eso y todas las preguntas están orientadas a una posible compra una vez que termine la cuarentena”, explica Matías Celasco Correa, Research Manager de CBRE .
Con empresas que buscan cobertura frente a la incertidumbre del tipo de cambio y la inflación, las cartas para un nuevo boom de venta de oficinas están sobre la mesa. Solo resta esperar que los jugadores comiencen la partida.
Fuente: El Cronista