Al ser un mercado históricamente subofertado, los efectos de la crisis fueron más leves. El precio del alquiler medido en dólares oficiales sigue siendo el más alto de la región.
En un contexto en el que el mercado inmobiliario de Sudamérica se vio alterado por los efectos de la pandemia de Covid-19 sobre la economía, Buenos Aires fue la ciudad menos afectada de la región. El hecho de contar con un mercado subofertado ya desde hace tiempo sirvió como base para que la crisis tuviera un impacto más moderado. Así lo indican los datos relevados en el informe sobre el mercado de oficinas premium en Sudamérica para el segundo semestre de 2020 elaborado por el Departamento de Investigación de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos.
De este modo, el precio pedido de la renta de oficinas premium medido en dólares oficiales (BNA) en Buenos Aires continúa siendo el más alto de la región, manteniéndose prácticamente sin cambios en el último año. El promedio para el segundo semestre de 2020 fue de US$ 27,4 mensuales por m2. Le siguen, en orden decreciente, Santiago (US$ 23,1), Bogotá (US$ 20,9), San Pablo (US$ 19,9), Río de Janeiro (US$ 17,6) y Lima (US$ 16,3). Volviendo a la capital argentina, “el aumento de la desocupación a lo largo del año se produjo en edificios premium que mantuvieron el precio pedido promedio en la mayoría de los submercados”, señaló Lucas Desalvo, Gerente de Investigación de Mercado de Cushman & Wakefield.
La mayor vacancia, en tanto, corresponde otra vez a Río de Janeiro, donde alcanza al 33%. En Buenos Aires, donde el mercado terminó con una demanda más activa tras haberse visto afectado mayoritariamente por las restricciones de la pandemia, la tasa de vacancia cerró en 12,7%. “La creciente vacancia contribuyó a una extensión en el margen de negociación y flexibilidad en el precio de cierre. Esto, sumado a la entrega de espacios en mejores condiciones que no implican inversiones considerables para ocuparlos, fueron los puntos clave para las transacciones del año”, analizó José Viñas, Director de Brokerage de la compañía.
Santiago, por su parte, culminó 2020 con menor dinamismo ante la menor demanda de alquileres y reducción de espacio de empresas que han comenzado a hacer teletrabajo. La tasa de vacancia fue de 6,03%, mostrando un crecimiento de 29% respecto del semestre anterior. En Bogotá ingresaron al mercado algunos edificios que estaban en construcción, elevando la vacancia a 13,6%. Lima experimentó un alza interanual del 5,3% para cerrar en 16,3% y San Pablo, por una disminución en la ocupación, tuvo también un leve incremento hasta 19,6%.
Si se toma la absorción neta, es decir, la diferencia entre la superficie alquilada y desocupada en términos anuales, es San Pablo la ciudad que lleva la delantera con 75.967 m2, seguida por Bogotá (28.617m2) y Río de Janeiro (13.196 m2). Buenos Aires aparece en el cuarto lugar, con 9024 m2, aunque en el segundo semestre la absorción neta fue negativa, con -18.721 m2. Ya con absorción neta negativa anual, Lima registró -8393 m2 y Santiago cerró con -22.085 m2.
En cuanto a lo que viene, la superficie actual en construcción de Buenos Aires incrementaría el inventario de oficinas clase A en un 14%. Se espera que durante este año se entregue más del 70% del total de esa superficie, aunque podría haber retrasos por los protocolos Covid-19. Sumando la superficie en construcción y en proyecto, se espera un total de 828.777 m2, para los próximos 10 años lo que coloca a Buenos Aires a la cabeza de la región en ese rubro, seguida por Bogotá y San Pablo. De acuerdo al informe, las expectativas están puestas principalmente en los submercados donde habría un mayor crecimiento: Zona Dot (+ 96,8%), Catalinas-Plaza Roma (+ 74,7%) y Corredor Panamericana (+ 47,7%).
Fuente: Cushman & Wakefield