Así lo refleja un informe privado. Empresas de servicios y de energía dejaron terminar sus contratos y buscan espacios más chicos para cuando se levanten las restricciones.

La cuarentena ya se hace sentir en el mercado de alquiler de oficinas en el segundo trimestre, su vacancia fue del 9%, más de un punto por encima del 7,8% que tuvo entre enero y marzo,  según un informe elaborado por el broker corporativo Cushman & Wakefield.El incremento, señalan en el sector,  no se dio tanto por la devolución anticipada de metros, sino porque son cada vez más las compañías que no renuevan contratos al vencimiento y empiezan a buscar superficies más chicas para cuando se levanten las restricciones  a la circulación.El informe señala que los submercados con mayor vacancia fueron el corredor Libertador en la ciudad (27,6%), Puerto Madero (13,1%) y el nodo Panamericana-General Paz (11,3%). En tanto que se destaca que de toda la superficie vacante, el centro porteño concentra el 55,6 por ciento.

“Lo que vemos es que, en términos generales, había contratos que vencieron en los últimos tres meses y no se renovaron. El incremento de vacancia no es muy significativo todavía, porque se está en plena etapa de negociaciones”, dice Lucas Desalvo, gerente de Market Research de Cushman & Wakefield.Este movimiento, agrega, está en línea con lo que se esperaba. En gran medida, porque muchos de los tomadores de metros en los edificios clase A son compañías de sectores como tecnología o bancos, que tienen espalda para aguantar estos meses.

Sin embargo, para el próximo trimestre, ya se prevé que la la superficie disponible siga en alza y que se mantenga en ese camino, por lo menos hasta principios del año próximo. La adopción generalizada del home office; hará que muchas empresas empiecen a cuestionarse si realmente seguirán necesitando todo el espacio que ocupaban hasta marzo.En algunos pocos casos, hubo empresas que devolvieron la oficina que estaban ocupando porque ya tenían prevista una relocación desde antes. Con el nuevo contrato ya firmado antes de la cuarentena, aprovecharon que dejaron de usar los metros de manera anticipada y así pudieron ahorrar algunos meses de alquiler.

“Pero lo que sí estamos viendo es que hay empresas que ya están buscando superficies menores. Muchos compañías de servicios profesionales que ven que gran parte del trabajo va a seguir siendo remoto”, aporta Martín Potito, director de la División Oficinas L.J Ramos.

El año pasado, para esta época del año, el producto más buscado estaba entre los 500 y los 700 metros cuadrados. Hoy, en cambio, se piden lugares de entre 200 y 400 metros. Y en muchos casos, se dejan edificios para pasar a ocupar oficinas clase B, un fenómeno que ya había empezado a verse en 2019.

Entre los que se están achicando hay, sobre todo, estudios de abogados, consultoras y firmas de contadores. Ese es el caso de una de las Big Four, que redujo el tamaño de la operación que tenía en Parque Patricios, aunque la mantuvo activa para poder seguir gozando de los beneficios impositivos que da el Gobierno porteño. En la otra punta, se encuentran las multinacionales, para las que, en dólares, el alquiler empezó a ser cada vez menor. Hoy, los contratos se pagan en pesos al tipo de cambio oficial: Así, para las empresas que operan con contado con liquidación o en el MEP, el precio cayó en términos reales hasta un 20 por ciento.

Sin embargo, en términos nominales, los propietarios de los principales edificios clase A siguen sin convalidar precios a la baja. Prefieren mantener metros desocupados antes de aceptar ofertas agresivas que pueden ser de hasta un 30% menos de lo publicado.

“El tema es  qué va a pasar cuando la vacancia crezca más y se sumen metros cuadrados que hoy están en construcción. Lo más probable es que, en los próximos meses, ya empiece a verse una caída”, señalan en el sector.La gran incógnita son los edificios que estaban proyectados, pero que aún no iniciaron las obras, como toda la zona de Catalinas Norte II. Con los precios que se ven ahora, lo que parece más probable es que todo quede en modo espera hasta que haya un panorama más claro.

“Con la rentabilidad que hoy tienen las oficinas, no parece razonable largarse a invertir u$s 200 millones para sumar metros cuadrados y presionar más a la baja los precios. No creo que esos proyectos se concreten en el corto plazo “, concluye Potito.

Fuente: El Cronista